Kitab ‘aga’ib al-amqdur fi ahbar Timur, 1636
El autor sirio Ahmad b. Muhammad Ibn’Arabsah (Damasco, 1392-El Cairo, 1450), secretario del sultán Ahmad de Bagdad, escribió un relato que es considerado una de las fuentes más importantes para estudiar la vida del gran conquistador Timur (1336-1405), más conocido en occidente como Tamerlán. Basado en un manuscrito original (1437-38), el Kitāb ʻAjāyib al-maqdūr fī akhbār Taymūr taʼlīf Aḥmad ibn ʻArabshah, es la primera edición en árabe del destacado relato ocular de Ibn’Arabsah, testigo de excepción de los éxitos y empresas del célebre conquistador turco del siglo XIV, nacido en Kesh, en la actual Uzbekistán. Editado en árabe por Jacobus Golius, incluye un prefacio de su mano en latín. El ejemplar de la Biblioteca Central de la UNED forma parte del Legado Jaime Oliver Asín.
Tamerlán gobernó, en los siglos XIV y XV, uno de los grandes imperios de la antigüedad, que se extendía de Siria en el este hasta China, y del sur de Rusia al norte de la India. Fue un despiadado y temido conquistador y un magnífico estratega militar. También fue un mecenas de las artes, las letras y la educación, convirtiendo su capital, Samarcanda, en una gran ciudad. La biografía de Ibn’Arabsah es la de un contemporáneo, escrita poco después de los acontecimientos que se describen y, en contraste con la mayoría de las biografías de Tamerlán, es muy detallada, con la franqueza propia de quien relata hechos vividos en primera persona. Pero también es muy crítica, lo que la hace especialmente interesante, convirtiéndola en una de las principales fuentes históricas para el estudio de uno de los grandes conquistadores de la historia y una valiosa descripción del mundo intelectual de Samarcanda en aquellos años.
Ahmad b. Muhammad Ibn’Arabsah, siendo aún un niño, fue deportado a Samarcanda cuando Tamerlán conquistó Damasco en 1400, y allí se educó como secretario de la corte, estudiando con los grandes eruditos de la ciudad y aprendiendo presa, turco y mongol. Es considerado uno de los autores más destacados de la tardía literatura árabe clásica, como demuestra este texto escrito en el árabe culto propio de la prosa clásica rimada en la que está compuesto, además de su abundante vocabulario, su lenguaje denso y sus emociones intensas. El texto de Ibn’Arabsah ha estado disponible en árabe gracias al manuscrito que el arabista holandés Jacobus Golius compró en 1620, y que editó en 1636 con un prólogo en latín. Filólogo, viajero y diplomático, adquirió una extraordinaria colección de manuscritos orientales que se conservan en la Biblioteca de la Universidad de Leiden. Uno de ellos es esta historia de Tamerlán, que contiene numerosos anotaciones hechas por el propio Golius, quien tuvo la intención de publicar un volumen posterior con una traducción y comentarios que nunca vio la luz.
En la portada xilográfica arquitectónica a dos tintas (roja y negra) del libro, el título latino se destaca tipográficamente del árabe, aunque la totalidad del texto esté en árabe fileteado, siendo la transcripción fiel del manuscrito original. El título de la anteportada, también a dos tintas, es Historia Tamerlanis arabice. El ejemplar tiene abundantes notas en los márgenes en árabe y castellano, en la última página en árabe, y una nota en griego en la anteportada, una cita de la Epístola a los Corintios (9:27), cuya traducción sería: no sea que habiendo predicado a otros, quede yo mismo como falso. Encuadernado en piel con orlas, fue adquirido por Francisco Codera y forma parte del Legado Jaime Oliver Asín.