Ordenanzas de la Real Audiencia de el Principado de Cathaluña, 1742
La Real Audiencia de Cataluña, como tal, nació en las Cortes de Barcelona de 1493 por obra de Fernando el Católico, con carácter de Audiencia del Rey y con sede en Barcelona como capital de Cataluña. Era el más alto tribunal de justicia del Principado pues en ninguna causa se podía apelar fuera de las fronteras catalanas. Su organización se mantuvo sin grandes cambios hasta la promulgación del Decreto de Nueva Planta en 1716 que inició un proceso de asimilación al modelo castellano convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales del gobierno del Principado.
La obra que se describe, impresa en Barcelona en 1742 en el taller de Joseph Texidò, contiene la recopilación de las ordenanzas dadas por el rey Felipe V a la Real Audiencia. La Biblioteca del Campus de Madrid de la Universidad Rey Juan Carlos conserva un ejemplar de dicha obra procedente de la Biblioteca particular de D. Alfonso García-Gallo de Diego, catedrático de Historia del derecho español.
La Real Audiencia de la Corona de Aragón se funda en 1370 bajo el reinado de Pedro el Ceremonioso, disponiendo de una cancillería específica para el Principado de Cataluña, y otras dos para los reinos de Aragón y Valencia, respectivamente. Era una institución de la Corona de ámbito general y actuaba al lado del Rey. Constaba de canciller-presidente, tres vicecancilleres (uno por cada reino) y cuatro oidores, doctores o juristas de cada estado, más dos de Mallorca. La Real Audiencia de Cataluña, como tal, nació en las Cortes de Barcelona de 1493 por obra de Fernando el Católico, con carácter de Audiencia del Rey y con sede en Barcelona como capital de Cataluña. Fernando el Católico consolidó la figura del lugarteniente real, amplió sus atribuciones, y le dotó de un Consejo Real asesor. Este Consejo asesor del lugarteniente o virrey en materias de gobierno tuvo, además, como atribución específica, la administración de justicia. La organización descrita se mantuvo sin grandes cambios hasta la promulgación del Decreto de Nueva Planta en 1716, sistema de gobierno impuesto por Felipe V que inició un proceso de asimilación al modelo castellano. Este Decreto, impuso unos cambios brutales en el régimen jurídico del Principado, con lo cual empezó una etapa completamente nueva tanto política como jurídicamente.
La obra que se describe, impresa en Barcelona en 1742 en el taller de Joseph Texidò, recopila las más de quinientas ordenanzas dadas por el rey Felipe V a la Real Audiencia para el gobierno del Principado. Se estructura en veinticinco títulos que ocupan 144 páginas en folio mayor con el texto a dos columnas. Presenta numerosas anotaciones al margen con las fuentes y remisiones necesarias para el esclarecimiento de posibles dudas así como abundantes notas aclaratorias al estilo de las Reales Chancillerías. Asimismo, presenta portada con orla y estampación xilográfica del escudo real.
El ejemplar, conservado en la Biblioteca del Campus de Madrid de la Universidad Rey Juan Carlos, procede de la Biblioteca particular de D. Alfonso García-Gallo de Diego, catedrático de Historia del derecho español. Presenta encuadernación de la época en pergamino “a la romana” conservando los cierres originales; ligazones exteriores de cuatro nervios y cabezadas naturales; en la lomera aparece perfectamente rotulado a mano y en tinta negra el título abreviado. Aunque presenta suciedad superficial tanto en el pergamino como en el cuerpo y cortes del libro, el estado de conservación es bastante bueno.