Magistri Cypriani monachi cisterciensis, 1582
Los Comentaria in Librum Beati Job de Fray Cipriano de la Huerga se publicaron en la ciudad complutense conjuntamente con los In cantica canticorum, pero con distinta paginación. El comentario a Job comprende solamente 28 capítulos de los 42 que totaliza el texto bíblico, ocupando, sin embargo, 335 páginas a dos columnas. Los preliminares encierran noticias y piezas curiosas. Los Comentaria constituye la obra escrituraria del siglo XVI en España donde el despliegue de cultura profana greco latina es más evidente.
Los Comentaria in Librum Beati Job de Fray Cipriano de la Huerga se publicaron en la ciudad complutense conjuntamente con los In cantica canticorum, pero con distinta paginación. El comentario a Job comprende solamente 28 capítulos de los 42 que totaliza el texto bíblico, ocupando, sin embargo, 335 páginas a dos columnas. Los preliminares encierran noticias y piezas curiosas. Los Comentaria constituye la obra escrituraria del siglo XVI en España donde el despliegue de cultura profana greco latina es más evidente.
La censura del impreso firmada en Madrid por el agustino, primero defensor y luego censor de Luis de León, Fray Lorenzo de Villavicencio, lleva fecha del 13 de noviembre de 1579. A la vuelta de la censura y la tasa figura, figura un extraño Carmen in laudem Cypriani, quizá compuesto por Ignacio Firmus Iberus, que fue catedrático en la Universidad de Alcalá.
El autor, Fray Cipriano de la Huerga fue un humanista perteneciente a la orden del Císter, maestro de Benito Arias Montano, de Fray Luis de León y del Padre Mariana en la Universidad de Alcalá. Nacido en Laguna de Negrillos (León) alrededor del 1509, muere en Alcalá de Henares (Madrid) en 1560. A comienzos de los años treinta del XVI, lo encontramos ya en la Universidad de Alcalá donde siguió cuatro cursos de Artes, así como otros cuatro de Teología entre 1535 y 1539. En 1545 ejercía como abad del monasterio de Santa María de Nogales, en el que había profesado. Permaneció en dicho cargo hasta 1548, año en el que probablemente viajó a Lovaina a estudiar griego y lenguas semíticas. En 1549, volvió a Alcalá como lector de Teología en el colegio de la orden y obtuvo permiso para imprimir su Comentario al Salmo CXXX en Lovaina. Entre 1550 y 1551, impartió clases en Alcalá y fue nombrado rector del Colegio de San Bernardo en la misma Universidad. En 1551 obtuvo su título de doctor por la universidad de Sigüenza.
Accedió a la cátedra de Biblia de la Complutense en la que su calidad como profesor es elogiada por García Matamoros (Elogio en honor de Cipriano de la Huerga, impreso en casa de Arnao Guillén de Brocar). Su fama le llevó a ser elegido para pronunciar un sermón ante la Universidad de Alcalá con motivo de la proclamación de Felipe II en 1556. Durante el curso 1556/57, Fray Luis de León oyó la Sagrada Escritura en el aula de Fray Cipriano, del que poseerá varios libros.
A la muerte de Fray Cipriano, en 1560, sus comentarios a Job y al Cantar de los Cantares circulaban en numerosos manuscritos. El monje cisterciense Ignacio Fermín Ibero se debió encargar de su publicación en Alcalá en 1582.